Dime ahora que me quieres, di que sin mi presencia tú morirías. Miénteme si debes, haz lo que tú pienses que calmará mi dolor. Tus ojos grises de verdor azulado, me tienen preso de angustia. Tú falsedad no la veo, y si la veo, la niego. ¿Por qué lo hago? Quizá es porque creo que es mejor vivir con un suspiro en el aire y una daga en el corazón. Enfrentar que ya no estás, no porque te eché, sino porque te fuiste. ¿Volverás? Mi anhelo es inútil, no porque te piense tú volverás a mi.
Maritza Lara